Seguimos con el Diario de Abordo de las Matemáticas en una escuela libre y esta vez os quiero compartir un ejemplo que ilustra como las niñas y niños son capaces de crear sus propios problemas matemáticos solo por pura diversión.
A menudo en mi trabajo con docentes escucho la dificultad que parece haber con la resolución de problemas en el área de las matemáticas.
Personalmente, creo que la falta de motivación es un factor que particularmente afecta la efectividad que pueda tener cualquier persona de cualquier edad en resolver un problema, ya sea matemático o de cualquier otra índole.
En el espacio de aprendizaje La Savia, tengo el privilegio de disfrutar de ser testigo de como niñas y niños inventan sus propios retos matemáticos y los resuelven utilizando la maravillosa mezcla de creatividad, experimentación y lógica.
Esta misma semana, teníamos en exposición una impresionante foto del National Geographic de un Tiburón Ballena abriendo la boca. Arriba de la foto se leía un dato que llamó la atención de un par de chicos: este tiburón devora una tonelada de carne al día.
Así que se pusieron a divagar sobre cuanta carne sería esa, y por alguna razón que se le escapa a mi cerebro de adulta, ésto les llevó a pensar cuanta carne humana habría en un autobús de los que viajan de Valencia a Vitoria, y por consiguiente cuantos autobuses serían necesarios para alimentar a un tiburón ballena durante un día.
Comenzó la fase de hipótesis: ¨Yo creo que se comería 3 autobuses al día¨¨Nooo, mucho más, yo creo que al menos 10!¨ y así hasta que decidieron hacer los cálculos, y empezó la clase de mates en acción.
Uno de los chicos había cogido a veces este autobús y recordaba que había unas 60 plazas. Después se dieron cuenta de la dificultad del dato del peso de las personas humanas, ya que varía mucho. Decidieron hacer una media entre el peso de uno de los acompañantes que pesaba 80 Kg y yo, que peso 50 Kg. La media la hicieron usando su lógica aplastante: ¨hay más personas en España del tamaño de Mariajo que de Simon (que es inglés), así que ponemos que cada persona humana pesa 60 kg¨
Con estos datos, empezaron a hacer sus cálculos. Ninguno de los dos chicos conocía la tabla de multiplicar, pero sí que tenían el concepto de lo que es una multiplicación, por lo que rápidamente se dieron cuenta que tenían que multiplicar 60 x 60. Decidieron usar el material base10 para resolver este problema de cálculo. Uno de ellos , sabía que 60 repetido 10 veces era 600. Así que hicieron 6 montones de 600 (con 6 placas de 100 en cada montón), ya que lo que tenían que hacer era ¨repetir el 60 diez veces y luego hacer esto mismo 6 veces ya que 10 sumado seis veces da 60¨. Y así llegaron al resultado que buscaban: un autobús contenía 3600 Kg de carne humana, por lo que concluyeron que podría alimentar a un tiburón ballena durante 3 días y medio (una división con decimales y con cambio de unidades de toneladas a kilos). Durante todo el proceso hubo una motivación que estaba anclada en una curiosidad genuina así como un gran deleite y diversión en esta idea un tanto macabra de alimentar tiburones con autobuses de carne humana.
En otra ocasión, estos dos mismos chicos se preguntaban que si ellos fueran minifiguras de Lego, como sería de alto un humano que fuera una figura de Playmobil y si este humano sería tan alto como el gran algarrobo que hay en el patio de la Savia...pero esta es otra historia y como dice Michael Ende, debe ser contada en otro momento.....