Desde mi rol como acompañante emocional en la infancia muchas veces mi labor es comprender y atender las necesidades de la otra persona.... pero aún empatizando y escuchando...en ocasiones me nace el colocarme en las necesidades desde el punto de vista de adulta.
Por ello, trato de revisarme en esto; trato de volver a mi niña y recordar en que situaciones mi necesidad no era del todo comprendida o acompañada.
Colocar desde ese estado, revivir mis emociones de aquellos momentos y darles lugar ahora, me hacen poder acercarme desde una base más autentica a la infancia.
Soy y seguiré siendo siempre la niña que fui, y trataré siempre (con mis errores del camino) poner la mirada y el foco en esa etapa; porque lo que se conoce bien...es mucho más orgánico y natural acompañarlo.